Gestión de efluentes radiactivos: almacenamiento seguro y decaimiento optimizado
Los efluentes radiactivos son todos los líquidos contaminados por radionucleidos, generalmente procedentes de lavabos, duchas e inodoros calientes de los departamentos de medicina nuclear, así como de las salas blindadas para todos los tratamientos diagnósticos y terapéuticos.
No sólo proceden de los hospitales, sino también de la energía nuclear civil, los laboratorios de investigación, la minería, la prospección petrolífera y otras industrias que son fuentes de contaminación/vertido.
Los efluentes radiactivos emiten radiaciones que pueden ser problemáticas para el medio ambiente y la salud. Por lo tanto, deben gestionarse con especial cuidado, desde su producción hasta su eliminación final en la red de aguas residuales, respetando una serie de condiciones.
Funcionamiento en un servicio de medicina nuclear
Los efluentes radiactivos de un servicio de medicina nuclear vienen principalmente de procedimientos diagnósticos y terapéuticos en los que se utilizan sustancias radiactivas.
Esto puede incluir exámenes de imagen, como la gammagrafía o la Tomografía por Emisión de Positrones (PET). Esto da lugar a flujos de radiofármacos procedentes de las salas de preparación e inyección, y especialmente de los aseos dedicados a los pacientes a los que se inyectan radiofármacos marcados principalmente con tecnecio-99m (99mTc).
- Los radioelementos procedentes de procedimientos de diagnóstico, se almacenan en depósitos de decantación de aguas residuales procedentes de bancos calientes y lavabos, o en fosas de decantación de aguas negras procedentes de aseos estándar.
- Los radioelementos procedentes de procedimientos de tratamiento terapéutico, se almacenan en tanques de decaimiento de aguas residuales procedentes de bancos, lavabos calientes e inodoros separadores con gestión de efluentes mediante bombas aéreas, o en depósitos de descomposición de aguas negras con gestión de efluentes mediante bombas sumergibles.
Los sistemas de recogida están diseñados para minimizar el riesgo de contaminación y garantizar una gestión segura de los residuos.
Una vez que el efluente se ha descompuesto conforme a la normativa vigente, se vierte a las redes comunes del hospital. Una serie de equipos instalados en los tanques y en las balsas de retención, como sondas de medición, sensores de nivel y detectores de fugas, permiten a los operarios controlar en tiempo real el llenado y la descomposición de los tanques, y proporcionar información sobre eventos y alarmas.
La gestión de los residuos radiactivos es un reto importante para todas las partes interesadas: la industria, las autoridades reguladoras, las autoridades públicas, las comunidades locales y el público en general. Como líder y pionero histórico en la gestión de efluentes radiactivos, Lemer Pax le ofrece los más altos estándares de calidad y servicio para preservar el medio ambiente garantizando la desintegración radiactiva.